domingo, marzo 28, 2010

Domingo de Ramos


Hoy 28 de marzo celebramos el Domingo de Ramos o De la Pasión del Señor:

“La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión. Hay una estrecha relación entre estos dos aspectos del Misterio Pascual. La entrada del Señor en Jerusalén, desde los primeros años de la Iglesia, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos de los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso “Hosanna”. Así se describe la celebración del Domingo de Ramos en la Carta de la Congregación para el Culto Divino de 1988: “La preparación y celebración de las fiestas pascuales”, en sus nn. 28 y 29.
El Domingo de Ramos y el sentido del domingo cristiano
El Domingo de Ramos, como todos los domingos del año, celebra el hecho de la Resurrección del Señor y su victoria. Las características propias de este domingo ayudan a descubrir el sentido que tiene el domingo que celebramos los cristianos. La procesión es como una aclamación ante la victoria del Señor, cosa que celebramos también cada domingo. La narración de la Pasión subraya el aspecto de que la victoria de Cristo se obtiene a través del sufrimiento y la muerte. Las palmas y los ramos (signos populares de victoria) manifiestan que la muerte en la cruz es camino de victoria y victoria ella misma, por cuanto ésta muerte destruyó la muerte. La celebración del Domingo de Ramos, resume la dinámica del Misterio Pascual de Cristo, que es también el contenido de nuestra celebración dominical.

Cristo y su entrada mesiánica en el Reino
Jesús, llegada “su hora”, decide ir a Jerusalén. Y su entrada es a la vez entrada del Siervo, que camina a la muerte y del Señor, que va a ser glorificado.
Es necesario insistir en el sentido fundamental de la procesión de las palmas y ramos que se realiza en este Domingo. Se trata de celebrar la entrada mesiánica del Señor en su triunfo pascual a través de la muerte: “Acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada triunfal a la ciudad santa, para que participando ahora de su cruz, podamos participar un día, de su gloriosa resurrección y de su vida”, ésta es la expresiva monición que el sacerdote dice al iniciar el rito de la bendición y la procesión de las palmas. La procesión, por tanto, no tiene simplemente la finalidad de recordar un hecho histórico pasado, sino de hacer una solemne profesión de fe en que la cruz y la muerte de Cristo son en definitiva una victoria. El color rojo de las vestiduras, en este día, apunta a la muerte del Mártir y a su Victoria.

El sentido de la bendición y procesión de las palmas
Con la bendición, procesión de las palmas y los ramos inicia las celebraciones de la Semana Santa. No sólo cronológicamente, sino sobre todo “mistéricamente” o “sacramentalmente”. Todo lo que la Iglesia va a vivir en los días santos, la Pascua (paso-tránsito) del Señor se introduce simbólicamente con el significativo rito de la bendición y de la procesión.
Esta “introducción” en la Semana Santa a través de la procesión de las palmas y ramos, sólo se logra si a este rito se le sabe dar su verdadero significado. Se trata de “significar” la entrada de Cristo en la Jerusalén definitiva a través del triunfo de su muerte. La procesión no tiene como finalidad primordial, remedar el evento histórico acontecido el domingo anterior a la muerte del Señor, sino que es un instrumento para participar en la entrada escatológica de Jesús, a través del Misterio Pascual, en el Reino definitivo de Dios. Por tanto la celebración debe vivirse “como una profecía de la pasión y del triunfo del Señor”, es decir, como un camino que le lleva desde la cruz hasta la gloria, camino que, junto al Señor, la Iglesia quiere recorrer con aquella fe que le aclama incluso cuando sufre y parece ir al fracaso, pues sabe y confiesa su victoria definitiva.
Es en este contexto de aclamación y seguimiento del Crucificado que es Rey, la procesión de las palmas y ramos cobra su verdadera dimensión. Y es precisamente a través del canto de los salmos 23 y 46 como el pueblo puede vivir esta realidad escatológica, superando el peligro de limitarse a un simple recuerdo del hecho histórico que está en la base de este significativo rito.
De esta manera se entiende el por qué las palmas y los ramos son bendecidos, ya que con ellos, en nuestras manos, aclamamos a Cristo que entra triunfante a Jerusalén para sufrir, padecer, morir y resucitar por nuestra salvación.  

Que esta Semana Santa que iniciamos con el domingo de ramos, no se limite a descansar un poco de las clases o del trabajo para ir de vacaciones, sino que sea la oportunidad de meditar y agradecer al Hijo de Dios, el inmenso amor que nos tiene al morir por nosotros en la cruz. El mejor modo de honrarle y vivir estos días, es a través de la oración, la participación digna y conciente del domingo de ramos, la misa del jueves santo por la tarde, los oficios del viernes por al tarde tambien, la misa de resurrecion del sábado por la tarde noche y la eucaristía dominical que conmemora la victoria de Cristo sobre la muerte.

Tomado de: http://www.diocesisdetlaxcala.org.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=55:el-domingo-de-ramos-en-la-pasion-del-senor

viernes, marzo 26, 2010

Viernes de Dolores


Hoy 26 de marzo se conmemora al último viernes de cuaresma antes de comenzar la Semana Santa, es el Sexto Viernes de Cuaresma o de Dolores, en el que recordamos los siete dolores de María Santísima.

Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)
Primer Dolor - La profecía de Simeón (cf. Lucas 2,22-35)
Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes palabras con las que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús. Querida Madre, obtén para mí un auténtico arrepentimiento por mis pecados.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Segundo Dolor - La huida a Egipto (Mateo 2,13-15)
Considera el agudo dolor que María sintió cuando ella y José tuvieron que huir repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza decretada por Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus privaciones durante tan largo viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en la tierra del exilio. Madre Dolorosa, alcánzame la gracia de perseverar en la confianza y el abandono a Dios, aún en los momentos más difíciles de mi vida.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Tercer Dolor - El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)
Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido a su querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a Jerusalén. Durante tres largos días buscaron a Jesús, hasta que lo encontraron en el templo. Madre querida, cuando el pecado me lleve a perder a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo a través del Sacramento de la Reconciliación.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía Crucis)
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre, tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo también quiero acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis hermanos y hermanas que sufren.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)
Contempla los dos sacrificios en el Calvario - uno, el cuerpo de Jesús; el otro, el corazón de María. Triste es el espectáculo de la Madre del Redentor viendo a su querido Hijo cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella fueron: "Madre, he ahí a tu hijo." Y a nosotros nos dijo en Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre." María, yo te acepto como mi Madre y quiero recordar siempre que Tú nunca le fallas a tus hijos.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-46)
Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo. Oh, Madre Dolorosa, nuestros corazones se estremecen al ver tanta aflicción. Haz que permanezcamos fieles a Jesús hasta el último instante de nuestras vidas.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19, 38-42)
¡Oh Madre, tan afligida! Ya que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración. Alcánzanos, sobre todo, oh Madre tierna y compasiva, la gracia de vivir y perseverar siempre en el servicio de tu Hijo amadísimo, a fin de que merezcamos alabarlo eternamente en el cielo.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Hoy no se come carne.

viernes, marzo 19, 2010

San José


Celebremos con alegría la fiesta de san José, el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.

ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Lc 12, 42)

Hoy conmemoramos la Solemnidad de San José, Esposo de la Santísima Virgen María y Padre Terrenal de Nuestro Señor Jesucristo, Patrón de la Iglesia Universal, de los padres de familia, de las familias, de los carpinteros, de los seminarios, de la Órden Carmelita y de una buena muerte.

Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José, justísimo, ruega por nosotros.
José, castísimo, ruega por nosotros.
José, prudentísimo, ruega por nosotros.
José, valentísimo, ruega por nosotros.
José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.
Sostén de las familias, ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Le estableció señor de su casa.
R.- Y jefe de toda su hacienda.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

Felicitaciones a todos los Josés, las Josefas y las Josefinas, que el día de hoy celebran su onomástico y a todos los carpinteros pues hoy es su día.

Quinto Viernes de Cuaresma


Hoy 19 de marzo se recuerda el Quinto Viernes de Cuaresma o de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, ten piedad de nosotros.
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
Se repite
-Dios Padre celestial,
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Santísima Trinidad, que sois un solo Dios,
Ten piedad de nosotros
-Sangre de Cristo, el unigénito del Padre Eterno,
-Sangre de Cristo, Verbo de Dios encarnado,
-Sangre de Cristo, del testamento nuevo y eterno,.
-Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra en la agonía,
-Sangre de Cristo, vertida copiosamente en la flagelación,
-Sangre de Cristo, brotada en la coronación de espinas,
-Sangre de Cristo, derramada en la cruz,
-Sangre de Cristo, prenda de nuestra salvación,
-Sangre de Cristo, precisa para el perdón,
-Sangre de Cristo, bebida eucarística y refrigerio de las almas,
-Sangre de Cristo, manantial de misericordia, Sangre de Cristo, vencedora de los espíritus malignos,
-Sangre de Cristo, que das valor a los mártires,
-Sangre de Cristo, fortaleza de los confesores,
-Sangre de Cristo, inspiración de las vírgenes,
-Sangre de Cristo, socorro en el peligro,
-Sangre de Cristo, alivio de los afligidos,
-Sangre de Cristo, solaz en las penas,
-Sangre de Cristo, esperanza del penitente,
-Sangre de Cristo, consuelo del moribundo,
-Sangre de Cristo, paz y ternura para los corazones,
-Sangre de Cristo, promesa de vida eterna, Sangre de Cristo, que libras a las almas del purgatorio,
-Sangre de Cristo, acreedora de todo honor y gloria,
Sálvanos
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos, Señor
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos, Señor
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de nosotros

V. ¡Oh Señor!, nos has redimido en tu sangre.
R. Y nos hiciste reino de nuestro Dios.

ORACIÓN
Señor Dios todopoderoso, que para gloria tuya y salvación de los hombres constituiste a Cristo sumo sacerdote, concede al pueblo cristiano, adquirido para ti por la sangre preciosa de tu Hijo, recibir en le eucaristía, memorial del Señor, el fruto de la pasión y resurrección de Cristo. Que vive y reina contigo. Amén.


viernes, marzo 12, 2010

Cuarto Viernes de Cuaresma

Hoy 4 de marzo se conmemora el Cuarto Viernes de Cuaresma o de las Cinco Benditas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.

Al estar de rodillas ante Vuestra imagen sagrada, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he osado cometer un pecado mortal.

Dios mío, mi amor y mi todo, digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me habéis colmado de bendiciones, me echo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar las injurias con que os he inferido. Al menos os puedo compadecer, puedo daros gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Perdonadme, Señor mío. Por eso con el corazón y con los labios digo:

A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO

Santísima llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándoos a causa de las punzantes espinas de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.

A LA LLAGA DEL PIE DERECHO

Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena.

Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.

A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mi de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.

A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.

Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y gloria de Dios.

A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO

Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os adoro. Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria. Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.

Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio. Así sea.

Hoy continúa la abstinencia de carne.

viernes, marzo 05, 2010

Tercer Viernes de Cuaresma


Hoy 5 de marzo se celebra el Tercer Viernes de la Cuaresma o del Santo Sudario de Nuestro Señor Jesucristo.

Recuerden que hoy no se come carne.